sábado, 30 de mayo de 2015

Crítica Tomorrowland - El Mundo del Mañana: Donde los sieños se hacen realidad





“Si quieres cambiarlas cosas, no hay que rendirse jamás”

El jueves tuve la oportunidad de disfrutar del preestreno de la nueva película de la factoría Disney como es Tomorrowland – El Mundo del Mañana, un largometraje muy interesante sobre el mundo que se nos avecina y también que no hay que rendirse nunca si quieres cambiar las cosas.

El director de este blockbuster es Brad Bird (24/09/1957, Kalispell, Montana), famoso por realizar películas de animación de Disney como Los Increibles (Oscar 2005) o Ratatouille (Oscar 2007), además de dirigir la cuarta entrega de Mision Imposible. La cinta reúne los ingredientes necesarios para ser un auténtico blockbuster con el que los espectadores iniciarán un emocionante viaje cargado de aventuras.

A partir de aquí comienza la crítica SIN SPOILERS:

Unidos por el mismo destino, una adolescente inteligente y optimista llena de curiosidad científica y un antiguo niño prodigio inventor hastiado por las desilusiones se embarcan en una peligrosa misión para desenterrar los secretos de un enigmático lugar localizado en algún lugar del tiempo y el espacio conocido en la memoria colectiva como “Tomorrowland”, y así salvar a la Humanidad.


Aunque ya estamos más que acostumbrados a mundos imaginarios de este calibre, este fantasioso lugar huye de las tendencias actuales y está más cerca del mundo de Oz que de las ciudades oscuras como el Gotham de Christopher Nolan en la trilogía de “Batman”. Entre estos deslumbrantes e impolutos edificios el espectador más avispado podrá descubrir la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Disney sigue fiel a sus principios y continúa decantándose por una propuesta optimista. Al contrario que otras obras, como “Fahrenheit 451” de François Truffaut o “Terminator” de James Cameron, donde se ofrece una visión más oscura del futuro, en el que los humanos están destruyendo el planeta. “Tomorrowland” apuesta por ofrecernos un ápice de esperanza. Como si de una nueva corriente se tratase, al igual que ocurre en “Interstellar”, nos pide que tengamos fe en la humanidad, nuestro mundo puede salvarse de la destrucción. La decisión está en nuestra mano, somos la esperanza y la clave es la imaginación.


A pesar de ser un producto con clara vocación Disney, destinado especialmente a un público infantil, quedaréis atrapados por su magia si sois capaces de entrar en su universo. No se trata de una obra maestra, ni vamos a negar su carácter puramente comercial, pero cumple su cometido y nos ofrece dos horas de entretenimiento cargado de ciencia ficción y acción, con un trasfondo social que nos puede hacer reflexionar.

En cuanto a los aspectos técnicos son bastante espectaculares sobre todo a nivel visual, pero vamos a ir poco a poco con cada aspecto. Los Efectos Visuales/Fotografía son realmente maravillosos con esos mundos futuristas con el que todos soñaos alguna vez, lleno de inventores, aparatos chulísimos y transportes voladores, un mundo donde los soñadores nunca se rinden y hacen que cada espectador se identifique con cada uno de ellos, porque cada uno de nosotros tenemos un soñador dentro de nosotros. El Guión/Dirección es magnífica gracias a la mano de Brad Bird que es un espectáculo haciendo animación y creando mundos alternativos donde poder prosperar como seres humanos. Además se ha rodeado del guionista Damon Lindelof (“Perdidos”) con el que la pareja hace un despliegue de imaginación y una historia llena de emociones y mundos futuristas.


A nivel interpretativo mantiene el excelente listón con el que cuenta en su apartado técnico. Britt Robertson y Raffey Cassidy suponen un descubrimiento para los espectadores que disfrutarán de su solvente labor. Mención especial merece la pequeña Cassidy, que ilumina con su mirada cada uno de los planos en los que aparece. Todo ello capitaneado por un intachable George Clooney (“Gravity”), acompañado de un descafeinado Hugh Laurie (“House”) que no termina de convencer.

Finalmente, tenemos ante nosotros uno de los Blockbusters del año gracias a la dirección de Brad Bird, con un despliegue visual increíble y lleno de emociones y con el objetivo de no rendirse jamás. Hay ante nosotros una ciudad futurista donde hace volar nuestra imaginación y cada espectador puede crear su propio mundo y conseguir nuestros propios objetivos.

Lo mejor: Britt Robertson y Raffey Cassidy, Efectos Visuales, El Guión

Lo peor: Hugh Laurie, Viajes a Tomorrowland (aunque es relativo pero marea un poco)

Nota: 7/10


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